jueves, 19 de mayo de 2011

ACTO DE CELEBRACIÓN DÍA DEL LIBRO Y FALLO DEL I CONCURSO LITERARIO DEL IES JIMENA MENÉNDEZ PIDAL


El día 13 de mayo celebramos en el IES Jimena Menéndez Pidal un acto en el conmemorábamos el día del libro, con carácter retroactivo, pues el día 23 de abril alumnos y profesores disfrutábamos de una merecidísimas vacaciones de Semana Santa.
El acto fue organizado por los tres departamentos de Lengua: El departamendo de lengua castellana y literatura, el departamento de lengua inglesa y el de francés.
Tras una explicación sobre el origen de la celebración del día del libro, cada departamento preparó con distintos grupos de alumnos la lectura de textos de autores emblemáticos de la literatura española (Cervantes), inglesa (Shakespeare) y francesa (Moliére). En el caso de las literaturas extranejras los textos fueron leídos en esas lenguas y posteriormente traducidos al español.
El Departamento de Lengua castellana y literatura preparó también la lectura de algunos entremeses como: El retablo de las maravillas o El viejo celoso; previamente, los alumnos hablaron de las características del subgénero del entremés y dieron una cuantas pinceladas a la vida y la obra de Miguel de Cervantes.
A continuación, quiero mostrar algunos de los textos que fueron declamados en las tres lenguas:
SONNET CXXXVIII by William Shakespeare.

When my love swears that she is made of truth,
I do believe her, though I know she lies;
That she might think me some untutor’d youth,
Unlearned in the world’s false subtleties.
Thus vainly thinking that she thinks me young,
Although she knows my days are past the best,
Simply I credit her false speaking tongue;
On both sides thus is simple truth supprest,
But wherefore says she not she is unjust?
And wherefore says not I that I am old?
O, love’s best habit is in seeming trust,
And age in love loves not to have years told:
Therefore I lie with her, and she with me,
And in our faults by lies we flatter’d be.

Mi amor jura que dice la verdad.
Siempre la creo, aunque sé que miente.
Ella imagina a un joven sin maldad
-el mundo aún no maleó su mente-.
Si sabe que pasó mi mocedad
y elige verme como adolescente,
¿no doy fe a su parcialidad?
En ambos lados la verdad ausente.
¿Por qué no dice ella que es injusta?
¿Por qué no digo yo que ya soy viejo?
Lo mejor del amor es un reflejo.
En el amor contar la edad no gusta.

Así miento con ella, ella conmigo.
De la falta común nace ese amigo.

 Diálogo entre Babieca y Rocinante.
-¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?
-Porque nunca se come y se trabaja.
-Pues, ¿qué es de la cebada y de la paja?
-No me deja mi amo ni un bocado.
-Andad, señor, que estáis muy mal criado,
pues vuestra lengua de asno al amo ultraja.
-Asno se es de la cuna a la mortaja;
¿queréislo ver? Miradlo enamorado.
-¿Es necedad amar? -No es gran prudencia.
-Metafísico estáis. -Es que no como.
-Quejáos del escudero. - No es bastante:
¿cómo me he de quejar en mi dolencia
si el amo y escudero o mayordomo
son tan rocines como Rocinante?


A un valentón metido a pordiosero.
Un valentón de espátula y gregüesco
que a la muerte mil vidas sacrifica

cansado del oficio de la pica

mas no del ejercicio picaresco,

retorciendo el mostacho soldadesco
por ver que ya su bolsa le repica,

a un corrillo llegó de gente rica

y en el nombre de Dios pidió refresco.

-Den voacedes, por Dios, a mi pobreza
-les dice-; donde no, por ocho santos,

que haré lo que hacer suelo sin tardanza.

Mas uno que a sacar la espada empieza:
-¿Con quién habla -le dijo- el tiracantos?

¿Qué es lo que suele hacer en tal querella?

Respondió el bravonel: -Irme sin ella.

A un ermitaño.
Maestro era de esgrima Campuzano,
de espada y daga diestro a maravilla;

rebanaba narices en Castilla

y siempre le quedaba el brazo sano.

Quiso pasarse a Indias un verano
y vino con Moltalvo, el de Sevilla;

cojo quedó de un pie de la rencilla,

tuerto de un ojo, manco de una mano.

Vínose a recoger aquesta ermita
con su palo en la mano y su rosario

y su ballesta de matar pardales.

Y con su madalena, que le quita
mil canas, está hecho un San Hilario.

¡Ved cómo nacen bienes de los males!

Tras el acto que conmemoraba el día del libro se entregó el I Premio de Literarura del IES Jimena Menéndez Pidal en las modalidades de poesía y realo corto.
Los premios fueron concedidos a Lidia Bermejo de la Calle de 1º A, por su texto Mi primavera y a Safae el Yamlahi, de 1º D por su cuento El viaje de Kevin.

MI PRIMAVERA
Dicen que en primavera
todo brota, yo espero
mis resultados
que he sembrado durante el año.
Primavera tú sí que sabes
hacer crecer la semilla
que planté
con mis deseos.
Cada día haces
que las cosas más pequeñas
y frágiles
se conviertan
en hechos importantes.
Yo siento tu ilusión.
Espero con interés el verano
como el trigo espera
ser cortado.
Ya queda menos para
descubrir el fruto.
La primavera y el verano
serán los testigos.
                           (Lidia Bermejo de la calle, 1º ESO A)


EL VIAJE DE KEVIN
Había una vez una familia pobre. Era tan pobre que al tener dos hijos gemelos y no poder mantenerlos los regalaron a otra familia.
Kevin, con siete años era maltratado por sus padres adoptivos, los cuales decían lo que tenía que hacer el pequeño o no. Otras veces lo utilizaban como sirviente o le pegaban sin motivo. Kevin, al finalizar sus tareas, salía de casa corriendo y se ponía a llorar en una esquina. Pensaba que esa esquina se inundaría de tantas lágrimas derramadas, y por eso, cambiaba de lugar cuando podía. Su padre, Antonio, cada vez que se emborrachaba cogía un palo del suelo y se lo tiraba al pequeño y su madre... no le prestaba ninguan atención o al menos la atención que precisaba un niño de su edad.
Al cumplir doce años, comprendió el significado de la fiesta de cumpleaños, la cual, sus padres no le celebraban. Así pues, un día de primavera y charcos en el suelo, decidió salir a buscar su vida, viendo que con su familia actual, no le iría nada bien. Sus padres se negaron, pero él no hizo ningún caso y se fue. Más testarudo aún, emprendió su viaje.
El viaje era demasiado duro para un niño de doce años que además necesitaba cariño familiar. A un par de metros, encontró una casa y pidió alojamiento de una noche a una mujer mayor. Era generosa y aceptó a Kevin.
A la mañana siguiente, se levantó y vio que la mujer necesitaba hablar de un asunto importante.
-¿Eres Kevin hijo de Esmeralda?
-No, soy de Amanda y Antonio-dijo extrañado el chico.
-Pero eres adoptado ¿no es cierto?
-Sí pero no me hablaron de ello.
-Yo conocí a tu madre y me pidió darte esto si te encontraba.
Kevin leyó la carta que decía:
Querido hijo:
Espero que me perdones algún día y que sepas que no quise abandonarte pero a falta de dinero tuve que hacerlo. Al cabo de una semana enfermé y tu padre me abandonó. Sólo quiero que sepas que te quiero y que busques a tu hermano y lo protejas. Nunca me olvides.
                                                                                                                          Con cariño: Mamá.
Kevin se secó las lágrimas, dio las gracias a la mujer y salió corriendo de la casa. Tras mucho caminar llegó a una pequeña ciudad y buscó a su hermano, al que no conocía de nada. Lo encontró y supo que era él porque se parecían mucho. Éste estaba sucio y en una esquina comiendo pan robado y cuando se acercó para hablar con él, se asustó. Tras una larga conversación entre hermnaos desconocidos, Kevin le dijo:
-Tomás, vente conmigo. Aunque no tengamos el calor del hogar, tú tendrás el de un hermnao. Protegernos el uno al otro como quiso mamá.
Los dos se fueron y mucho más tarde se les acercó un hombre que les dijo:
-¡Hijos míos!
-Lárgate, desconocido-contestó Tomás.
-Soy vuestro padre.
¿Padre? ¿Donde estuviste tras abandonar a madre?-preguntó Tomás furioso.
Kevin agarró de la mano a su hermano y se fueron. Más tarde, Kevin encontró una maleta llena de dinero pero en lugar de quedársela, como persona humilde y honrada se la entregó a su dueño que estaba hablando, preocupado, por la policía.
Como obsequio, el hombre pagó a los dos niños con la mitad de su cartera, ya que el hombre carecía de dinero. Además, el hombre llamado Augustus, decidió hacerse cargo de los dos niños. Kevin, al lado de su hermano y feliz, pensó que el amor se busca hasta encontrarlo, el pasado se olvida y que el futuro no hacía más que empezar.
                                                                                                             (Safae el Yamlahi, 1º ESO D)

Aquí dejo unas fotos como testigo...






















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